Las Pozas, Río Aceña sierra de Madrid

«En todas las cosas de la naturaleza hay algo de lo maravilloso.»
— Aristóteles

Explorando las Pozas del Río de la Aceña en Santa María de la Alameda: Una Aventura Familiar

Este fin de semana nos embarcamos en una jornada de exploración en las pozas del Río de la Aceña, en Santa María de la Alameda. Conmigo vinieron Iker y Leyre, nuestros pequeños aventureros de 11 años, y Boletus, nuestro caniche lleno de energía pero con un leve temor al agua, consecuencia de una experiencia pasada que lo ha convertido en una lagartija rápida cuando alguien quiere atraparle y hay agua cerca.

Aparcamos en «la chincheta», listos con nuestras mochilas cargadas de agua, una buena merienda, un mini botiquín. Vamos bien equipados con zapatillas de montaña y gorras para protegernos del sol veraniego. Yo, como siempre, llevo mi neopreno para poder disfrutar horas en el agua sin preocuparme por el frío, que, por cierto, no es tan intenso para los que son menos frioleros.

El lugar es un paraíso natural aún no invadido por multitudes, perfecto para disfrutar de la tranquilidad. Boletus necesitó ayuda para cruzar algunos tramos donde el agua lo acechaba, pero lo manejó como un campeón. Al llegar a las pozas, encontramos solo a tres jóvenes muy simpáticos que amablemente nos cedieron su lugar bajo la única sombra disponible, ideal para proteger nuestras pertenencias y, por supuesto, a Boletus, que acabó… ¡en el agua voluntariamente! La curiosidad por saber dónde estaban los niños, que jugaban a saltar desde las rocas al agua mientras gritaban «3, 2, 1», fue más fuerte que su miedo.

Nos aventuramos río arriba, casi como en una sesión de barranquismo, buscando culebrillas y ranas, pero siempre volviendo a las pozas para seguir saltando y disfrutando del agua. La vuelta fue igual de emocionante: le propusimos a Boletus ser nuestro guía. La regla era no adelantarnos a él en ningún momento. Sorprendentemente, Boletus nos llevó hasta la misma puerta del coche sin dudar, demostrando su instinto y habilidades de rastreo. ¿Instinto, huellas de ida, o un olfato infalible? ¡Quién sabe! Lo que sí sabemos es que Boletus se ganó su título de explorador oficial.

Consejos para futuros aventureros: Llevad zapatillas con buen agarre y que podáis mojar, un botiquín, agua suficiente, merienda, toallas grandes y pequeñas, gorra, y crema solar. ¡Y no olvidéis disfrutar de cada momento en este maravilloso rincón de la naturaleza!